Durante cuatro semanas consecutivas fueron entrenados. “Los cangrejos mostraron una mejora constante durante este período de acondicionamiento, tanto en el tiempo necesario para encontrar la comida como en el número de vueltas incorrectas tomadas”, explica el estudio publicado en Biology Letters. Dos semanas después, los científicos de nuevo probaron la memoria de los cangrejos. Los doce llegaron al final del laberinto en menos de ocho minutos, esta vez no usaron comida. Pero además probaron que el mismo recorrido con otros cangrejos no entrenados. Siete de ellos llegaron al final en un promedio de 39 minutos. Los otros cuatro tardaron una hora para hacerlo.